Una oposición es una carrera contra miles de competidores, contra un temario duro y contra ti mismo. Horas y horas de estudio no pueden quedar tiradas en la cuneta por culpa de un fallo tonto que nada tiene que ver con el estudio o con el esfuerzo. Algunos aspirantes creen que todo es hincar los codos y descuidan otras cuestiones cometiendo fallos de método que dan al traste con sus aspiraciones. ¿Quieres conocer algunos de esos errores?
- Estudiar, la semana de antes, el día de antes, la noche de antes.
Nada de dejar las cosas para el final. Hay que planificarse, fijar conceptos, asentar el mapa mental con todos los contenidos de manera clara y organizada e intentar dormir y descansar los días previos al examen. La organización será tu mejor aliada ya que improvisar es un factor de riesgo que nos traiciona. No dejes nada al azar.
- Controla la ansiedad y el estrés .
Hay que llegar seguros de nosotros mismos a la jornada del examen. Haz deporte, relájate, tenlo todo preparado y mapea tu cabeza con la información.
- Lee bien lo que te preguntan.
Cuidado con entender lo que no es. Piensa bien lo que te han preguntado y lo que vas a responder. Sin prisas y con serenidad y concentración.
- Las pruebas físicas al final.
Deja las pruebas físicas para el último tramo y ve de menos a mas hasta conseguir asentar los mínimos que te exigen. Pero sin ir raspado.
- Cuidado con la redacción.
Nada de faltas de ortografía en el examen, ni tampoco de expresión, porque el examinador debe entender lo que le estás contando. Recuerda que un examen no es Whatsapp.
- Siempre positivo.
No te dejes llevar por paranoias ni negativismos. Siempre piensa en positivo con una actitud de aprobar, que es lo que vas a conseguir.
- Da buena impresión en el examen oral.
No es una tontería pensar que una mala impresión puede restar nota. Cuida tu imagen, tus gestos, tu pelo, tus palabras…
No responses yet